En Julio de 2012 la Unión Europea se comprometió a aportar hasta
100.000 millones de euros a España, tras las pruebas de evaluación a las principales
entidades de crédito. Dicha financiación se concedió en unas condiciones
muy favorables : 0,5% anual de tipo de interés,
plazo de 15 años. El destino era la
recapitalización del sistema financiero español.
Los requisitos para
recibir la financiación consistían en seguir una hoja de ruta
para la recapitalización, en realizar una amplia modificación de la normativa de gestión de las crisis bancarias en España y en la creación de un “banco malo”, que
comprase los activos problemáticos de los bancos para que estos reanudasen la
actividad crediticia normal.
El 28.9.2012 los resultados de las pruebas de estrés señalaron unas necesidades de
capitalización comprendidas entre 25.900 y 53.645 millones de euros. Al final se decidió tomar unos 42.000
millones de euros de la cuantía ofrecida por el Eurogrupo. Dos grupos de bancos concentraron la mayor
parte de las ayudas necesarias, el Grupo 0 , el de los controlados por el Frob
(Bankia, Catalunya Caixa, NC Galicia y Banco de Valencia) y el Grupo 1 (Caja 3, Banco Ceiss, BMN y Liberbank).
Entre diciembre
de 2012 y marzo de 2013 se transfirieron a Sareb, creada en noviembre de 2012, los activos problemáticos de 9
bancos de
ambos grupos (37.000 +14.000 millones de euros), a precios sustancialmente
rebajados respecto de su valor en libros. El Frob cubrió las carencias de recursos propios derivadas de dicho traspaso de activos a precio inferior al contable. Para ello empleó los recursos procedentes de la financiación del Eurogrupo.
En cuanto a Sareb, esta entidad tiene unos 5000 millones de euros de capital
(55% privado, correspondiente a bancos
“sanos”, 45% del Frob, que es el mayor accionista, con 2500 millones, procedentes del emprestito citado) y unos activos de alrededor de
51.000 millones de euros. La diferencia entre los activos adquiridos y el capital se ha logrado emitiendo deuda con la que se ha pagado a los
bancos que transmitieron los activos . Dicha deuda, avalada por el gobierno, permite obtener financiación en el BCE. El carácter privado de Sareb encierra una financiación de sus operaciones en la que el Estado español resulta decisivo para la obtención de los recursos.
Del total de activos de Sareb, 39.400 millones de euros son créditos y 11.300 son
propiedades, que incluyen 89.000 viviendas y 13
millones de m2 de suelo. Sareb es una sociedad de gestión de activos, no es un
banco, y tiene 15 años de plazo para vender los activos, básicamente de origen inmobiliario y procedentes de los bancos que han recibido ayudas publicas para su capitalización. Según el diario
El
Economista (4.2.2014), Sareb tiene 50.449 millones de euros en 197.474 activos (107.000 son Activos Inmobiliarios y 90.500 son Activos Financieros, básicamente créditos y participaciones).
Se dijo, con motivo de su constitución, que Sareb debía de obtener un 15% de rentabilidad,
previsión a todas luces problemática. Es posible que esta entidad tenga perdidas en los primeros años de funcionamiento. Sareb tiene una estrategia
cambiante,y en su operativa destaca la creación de vehículos conjuntos con los
compradores mayoristas a través de los Fondos de Activos Bancarios (FAB), en los que Sareb tiene participación minoritaria. Se echa en falta mayor transparencia
en la
gestión, en la que los riesgos especulativos son acusados, dado el origen de los interlocutores..
La “troika” (BCE, Comisión UE, FMI) ha expresado algunas reservas sobre la gestión de Sareb. En la
“agenda” a seguir, de enero de 2014 se subraya “el control
de la actividad de Sareb para asegurar una disposición adecuada de los activos
minimizando el coste al contribuyente”. Carme
Trilla, anterior responsable de política de vivienda en el tripartito que gobernó la Generalitat de Cataluña, ha señalado en la revista Alternativas Económicas, de diciembre de 2013, que la Constitución Española de 1978 establece que las plusvalías generadas con fondos
públicos deben de volver a la comunidad, "toda la operación de Sareb es un
escándalo".
Sareb no es un instrumento de política de vivienda, pero debe de impedir verse envuelta en su gestión en operaciones en las cuales pueda producirse falta de cumplimiento de compromisos adquiridos. Esto ultimo ha podido suceder en el caso de unas viviendas cuya venta se comprometió por parte de los apoderados de Sareb en los bancos, pero que después el fondo de activos bancarios comunicó a los adquirentes,que ya habian entregado una cantidad de dinero como señal, que la operación se interrumpía, salvo que estuviesen dispuestos a pagar una cantidad adicional sustancial por la compra de la vivienda. Sareb, que dice va a intentar cumplir con el compromiso adquirido, debe de vender con el máximo beneficio, pero tiene que cuidar no aparecer implicada en este tipo de actuaciones.