CRISIS FINANCIERA EN ESPAÑA. QUEDA
MUCHO POR HACER
Julio Rodríguez López
En la semana del 3 al 6 de junio, todavia bajo el impacto del ajuste
preciso para sanear a Bankia, se conoció
el Informe sobre la Estabilidad del Sistema Financiero Español, preparado por el Fondo Monetario
Internacional (FMI) con fecha de 30.5.2012.
El sábado 9 se conoció el apoyo del
Eurogrupo a la petición de asistencia financiera
del gobierno español. Dicha asistencia podrá ser aportada por cualquiera de los dos instrumentos (la
Facilidad y/o el Mecanismo) de la Unión Europea y se destinará a recapitalizar a los bancos españoles, tras
el informe de las dos agencias que están realizando una nueva prueba de tensión
a los bancos.
La
petición citada sucede a una sugerencia recogida en el Informe del FMI. Este
último subraya los progresos realizados en cuanto a reforma del sistema
financiero en España, como el cambio de naturaleza de casi todas las cajas de ahorros y los apoyos a los bancos más vulnerables a través del Frob
(Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). A continuación señala que “una reestructuración adicional y
una recapitalización de algunos de los bancos más débiles pueden ser necesarias
como consecuencia del deterioro de las condiciones económicas”.
En el pasado mes de mayo el gobierno español, a través del Frob, había pasado
a disponer de una posición de control en
el grupo bancario BFA/Bankia, procedente de la fusión de siete cajas de ahorros
capitaneadas en su día por Caja Madrid y Bancaja. Se realizó una renovación
completa del Consejo de Administración de Bankia, anunciándose que la reestructuración y saneamiento de dicha
entidad requería de unos apoyos públicos de 19.000 millones de euros, adicionales a los 4.300 millones de préstamos del Frob
transformados en capital.
La necesidad de aportar recursos a
Bankia exigía un volumen importante de nuevas emisiones de deuda pública
española, lo que debilitaba la situación de esta última en los mercados de
bonos públicos. La solución anunciada para Bankia convirtió, pues, en
imprescindible la petición de apoyo financiero desde España a la eurozona, por más que dicha posibilidad
se hubiese rechazado repetidamente desde el gobierno.
Según el FMI, la crisis del sistema financiero
español ha presentado una intensidad sin precedentes. El origen estaría tanto
en las perturbaciones internacionales
posteriores a 2007 como en factores
internos específicos de la economía española.
El violento ciclo sufrido por el mercado de vivienda es el primer factor
interno citado. A dicho factor se añadió
la debilidad de las cajas de ahorros, las carencias de la política y la estructura regulatoria de las entidades
crediticias y la excesiva confianza de
las mismas en la financiación mayorista.
El FMI subraya que la estrategia
seguida al inicio de la crisis consistió en repartir el
esfuerzo entre los sectores privado y
público. El apoyo público ha acabado por resultar indispensable y decisivo, como en otros países occidentales,
entre los que destacan los casos de Estados Unidos y Reino Unido después de la quiebra del
banco Lehman Brothers en el otoño de
2008.
La capitalización de los bancos españoles es imprescindible para que estos puedan acudir a los mercados
internacionales a conseguir financiación privada. Dichos bancos deben de hacer
frente a fuertes vencimientos de la deuda que emitieron para financiar la
burbuja inmobiliaria desarrollada en la etapa 1997-2007. La capitalización vendrá
de la mano del Frob, que transformará los 100.000 millones de euros del prestamo
de la Eurozona en capital de los bancos, adquiriendo para ello acciones u otros
instrumentos emitidos por los mismos.
Nunca ha estado tan claro en España como ahora
la transformación de deuda privada en deuda pública. Los errores de gestión de bancos y de administraciones públicas competentes en el
gobierno del suelo los van a pagar todos los españoles. Y todavía queda mucha deuda
privada española por el mundo.
El Informe del FMI destaca la consolidación bancaria que la crisis ha ocasionado en España. En 2009 el número de
entidades de crédito que suponían la mayor parte de los activos bancarios ascendía a cincuenta, de los que siete eran
bancos y 43 eran cajas de ahorros. Después
de tres años de fusiones, ajustes, intervenciones de cajas y de actuaciones del
Frob, en 2012 son catorce las entidades que controlan el 88% de dichos activos.
Cinco entidades proceden de bancos (Santander, BBVA, Sabadell, Popular y
Bankinter), que controlan el 47% de los activos, y las nueve restantes tienen su origen en cajas de ahorros que se
han fusionado o que han sido absorbidas por las de mayor dimensión.
Al llegar el verano de 2012 no ha llegado todavia el momento de mirar
hacia atrás en lo que se refiere al sistema financiero español. La tarea de fortalecer
a las entidades más débiles, de rematar
el inacabable proceso de fusiones (no se entiende porque tiene todavia que reducirse mas el mapa
bancario español) y de conseguir que se
normalice el flujo de crédito resulta todavia excepcional.