11 marzo 2012


LAS NEGRAS PREVISIONES DE 2012
(El Siglo, 12.3.2012)
Julio Rodriguez López

  El nuevo gobierno popular inició su gestión en diciembre de 2011  con un programa apoyado en el aumento de los tipos impositivos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (R.D. L. 20/2011, BOE de 31.12.2011). Dicho  programa, previo a unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2012 que no se aprobarán hasta fines de marzo, incluyó  la reducción en unos 8.900 millones de euros del gasto público en 2012. Todo lo anterior supone  una disminución del déficit público en unos 15.200 millones de euros en 2012, el 1,5% del PIB de la economía española.

 Se ha conocido después el alcance del déficit de todas las administraciones públicas en 2011 (estado y seguridad social, comunidades autónomas y corporaciones locales). Dicho déficit se situó en el 8,5% del PIB (-9,3% en 2010), más de 91.200 millones de euros. La mayor desviación al alza del déficit respecto de las previsiones correspondió a las autonomías. En 2011 el PIB de la economía española creció en un 0,7% (-0,1% en 2010), resultante de un crecimiento positivo del 1% en la primera mitad del año y de un estancamiento en el segundo semestre. La Comisión de la UE ha previsto  para España  una variación negativa del PIB del -1% en 2012.

  Un Acuerdo de Consejo de Ministros de 2 de marzo de 2012 ha recogido una nueva previsión sobre el comportamiento de los principales agregados macroeconómicos en 2012. Es de suponer que los PGE de 2012 resultarán coherentes con dichas previsiones. Los aspectos mas destacables de las previsiones citadas, en primer lugar,  son los correspondientes al mayor retroceso previsto para el PIB, el -1,7%, explicado sobre todo por la fuerte debilidad de la demanda interna,  y al intenso descenso del empleo  (-3,7%, equivalente a  una disminución en 635.100 del número de puestos de trabajo equivalentes).  La tasa media de desempleo de este año  se aproximará al 25% de la población activa, según la previsión citada del gobierno del PP.

En segundo lugar, destacan las previsiones de los principales desequilibrios de la economía. El aumento previsto de los precios de consumo es de una variación del 1,5% en diciembre (2,4% en 2011). La debilidad de la demanda interna tiraría hacia abajo de las  importaciones, lo que reduciría el desequilibrio exterior  desde el -3,4% de 2011 hasta el -0,7% en 2012. La previsión más interesante desde el punto de vista de la politica económica es la correspondiente al déficit de las administraciones públicas, que descendería desde el -8,5% del PIB de  2011 hasta el -5,8% en 2012.  Esto último implica un déficit superior al -4,4% inicialmente recogido para este  ejercicio en el Programa de Estabilidad 2011-2014 enviado al comienzo del pasado año a la Comisión de la UE.

  El déficit publico previsto para 2012, 62.000 millones de euros, supone, pues, un ajuste inferior en casi 15.000 millones de euros al que tendría que haber sido el objetivo en este año, según el citado Programa de Estabilidad. El  gobierno mantiene la previsión de alcanzar un déficit del 3% del PIB en 2013, aunque el ritmo  de reducción resultaría menos abrupto en 2012 que lo inicialmente previsto. “La Comisión Europea y los halcones del déficit de Europa del Norte están dispuestos a salvar la credibilidad del nuevo sistema, mientras que  Madrid trata desesperadamente de evitar sumergirse en una espiral de declive económico del tipo de Grecia a través de recortes presupuestarios todavía mas drásticos” (Paul Taylor, “Euro zone reassured, but wary”, IHT, 6.3.2012).

Un factor que ha calmado  de momento a  los mercados de deuda ha sido la segunda aportación de liquidez efectuada en dos meses por el Banco Central Europeo (BCE). Entre diciembre de 2011 y febrero de 2012 dicha entidad  ha suministrado más de un billón de euros hacia las instituciones de crédito de la Eurozona, de los que más de 200.000 millones han debido de ir a los bancos españoles.  Dicha aportación ha mejorado la posición de  liquidez de dichos bancos y la previsión de resultados de los mismos, puesto que el dinero prestado lo ha sido a un tipo de interés muy reducido (1%) y a un plazo de tres años. “Las aportaciones de liquidez del BCE permiten ganar tiempo pero no curan los problemas básicos de solvencia y de competitividad” (“Easy money comes with many risks for Europe”, IHT, 6.3.2012).

Un ajuste a la baja de casi tres puntos porcentuales del  PIB de España  a través de los PGE no deja de ser importante, además del efecto deflacionista adicional del anuncio de que en 2013 el ajuste volverá a  ser de nuevo similar.  El panorama de reducción del empleo y de aumento del paro no deja de ser desolador para la economía española. Este horizonte  mejoraría con  una actuación  decidida en favor del crecimiento por parte de los países con equilibrio, caso de Alemania y de los “halcones” protestantes del norte de Europa, países que parecen estar muy lejos de adoptar dicha estrategia.