05 agosto 2016

LA CAIDA DE LOS PRECIOS DE LAS ACCIONES BANCARIAS. SAREB Y EL SANEAMIENTO BANCARIO COSTARÁN MAS Julio Rodríguez Lópe


 Los primeros días de agosto han sido testigos de fuertes descensos en los precios de las acciones bancarias en Europa Occidental y en Estados Unidos. El índice bancario Euro Stoxx, descendió un 7,7% en los dos primeros días de la primera semana de dicho mes. A pesar de los resultados favorables obtenidos en las pruebas de stress test publicados el viernes 29 de julio pasado, se ha considerado  que dichos resultados no  eliminan  la necesidad de conocer mejor la realidad de los balances bancarios por medio de la imprescindible inspección.

 El carácter “corrosivo“ de los bajos tipos de interés sobre los resultados bancarios, la reducción creciente del negocio bancario para los bancos, acosados por competidores de todo tipo, y las dudas existentes sobre el sistema bancario italiano , donde destaca la elevada morosidad existente en la mayor parte de sus bancos, en especial en el  Monte dei Paschi di Siena, han sido los factores que ha provocado  las caídas citadas en los precios de las acciones de los bancos en un amplio número de países occidentales.

 Los inversores  han revalorizado a la baja  la capacidad de los bancos de generar dividendos ante  las nuevas circunstancias, destacando la necesidad  de  reforzar los niveles de capital y la dificultad de generar beneficios suficientes para realizar dicho proceso.  Los bancos españoles tuvieron también notas positivas en las pruebas citadas de la Autoridad Bancaria Europea,

 Pero en el segundo trimestre de 2016 ha destacado en España la debilidad de los resultados bancarios, afectados a la baja por factores tales como la actualización de la cartera a Euribor, que en el caso del de doce meses lleva situado en niveles negativos entre febrero y julio de 2016, la eliminación de las clausulas suelo y los menores resultados por operaciones financieras, aparte de la persistencia de tasas negativas de variación en el conjunto de la cartera bancaria. 

 Sareb ha sido también noticia estos días. La creación del  banco malo, Sareb, fue una de las condiciones impuestas en el  “Memorándum de Entendimiento” (MOU)  firmado entre España y la Comisión de la Unión Europea en julio de 2012 para abrir una línea de financiación de 100.000 millones de euros (se emplearon unos 42.000 millones) destinada a recapitalizar y reestructurar el sistema bancario español.

Siguiendo tales condiciones, entre diciembre de 2012 y marzo de 2013 se transfirieron a Sareb, creada en noviembre de 2012,  activos problemáticos de  nueve bancos, 36.600 millones de euros en activos de los bancos del Grupo 1 (Bankia, Catalunya Caixa y dos más)  y 14.000 millones de los bancos del Grupo 2 (Liberbank, BMN y otros dos más). Los traspasos se realizaron a precios rebajados respecto de su valor bruto  en libros (el 52,5%). El Frob cubrió con el préstamo de Bruselas las carencias  de recursos propios que resultaron en dichos nueve  bancos al vender activos a precios inferiores al valor contable.

 Sareb adquirió los activos problemáticos de los nueve  bancos citados emitiendo deuda. Sareb se creó con unos recursos propios (capital y deuda subordinada)  de alrededor de 4.800 millones de euros. Con la deuda emitida compró activos a los bancos con problemas, activos valorados en  unos 50.800 millones de euros. Dicha deuda, avalada por el Estado, se convertiría en pública si Sareb no pudiese hacer frente al reembolso de la misma. El Estado español  era el primer accionista (45,7% del capital) en el momento de la creación de Sareb.

  Desde que inició su actuación, Sareb se ha visto envuelta en abundantes controversias acerca de la viabilidad de los planes de  negocio presentados. En la evolución reciente de Sareb destaca el cambio consistente en asignar a “servicer” o agentes la administración y gestión de los activos, y también su  contribución directa  a aumentar la oferta inmobiliaria de viviendas del segmento “prime” de viviendas.

Los resultados negativos de Sareb en 2013-15, evolución prevista para los primeros años, (“La recapitalización del banco malo engorda el déficit en otros 996 millones, El País,  2.8.2016), están superando los  pronósticos iniciales. Se ha puesto de manifiesto que los activos adjudicados y, sobre todo, los créditos a promotor, se   adquirieron  a unos precios que implicaban sobrevaloración. Ello sucedió  a pesar del importante descuento  medio resultante para el  conjunto de  activos adquiridos a los bancos más afectados por el “pinchazo” de la burbuja inmobiliaria. El Frob fue el ente controlado por el Estado que dirigió la operación.

Llamó la atención desde el principio de la crisis que los precios de la vivienda apenas bajasen en la primera mitad de la etapa de crisis. Ello  llevó a algún comentarista  extranjero a señalar que el mejor indicador de la profundidad de la crisis inmobiliaria en España no lo era la débil caída de los precios, sino el importante alcance de los stocks acumulados de viviendas de nueva construcción  sin vender. La creación de Sareb resultó decisiva en la evolución a la baja de los precios de la vivienda  en la fase final  de la crisis.

 Una Circular del Banco de España ha obligado a Sareb a valorar cada activo adquirido por separado, bajo nuevos criterios contables. Como consecuencia de esta nueva valoración, Sareb ha tenido que hacer las correspondientes provisiones, con lo que los recursos propios de Sareb, que iban por los 4800 millones de euros, se han puesto recientemente por debajo de los 2400 millones.

  El banco malo pagó con deuda a los bancos, a cambio de los activos. Esto le obliga a pagar intereses todos los años. Y, al parecer, el ritmo de ventas de activos por parte de  Sareb no da como para pagar intereses, amortizar algo de la deuda en cuestión, cubrir los gastos de mantenimiento de los activos y hacer frente a los saneamientos derivados de la puesta en valor real de los activos comprados a los bancos en su día (allá por 2012-13) por encima de su valor.  968 millones de euros que eran deuda subordinada del Estado ha habido que convertirlos en capital de Sareb, aumentando así el déficit público de mayo y el coste de la reestructuración del sistema bancario. Y todo apunta que esta historia tiene todavía mucha cuerda por delante.

Una versión de este articulo se publicó en el diario digital BEZ el 4 de agosto de 2016





[1] JRL es Vocal del Consejo Superior  de Estadística  del INE y miembro de Economistas frente a la Crisis

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