Julio Rodríguez, hace
tres semanas en el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón y
Soria.
MAITE SANTONJA
Se cerró 2013 con
multitud de mensajes
económicos positivos
lanzados por el Gobierno
y por presidentes de
bancos y multinacionales.
¿Comparte el
optimismo?
Esas palabras tienen
más de deseo que de
realidad. Es cierto
es que la actividad productiva
ha dejado de caer.
Pero eso es como
cuando un incendio ha
asolado una sierra y
el fuego se ha
parado. Ha dejado a más de 3,5
millones de personas
sin trabajo desde 2008
y se han perdido
miles de empresas. El hecho
de que el incendio
deje de arder no significa
que estemos bien. El
proceso de recuperación
se está mostrando muy
débil para
reparar el daño
sufrido por casi seis años de
crisis. La recesión
ha terminado pero la crisis
persiste en la medida
de que hay una tasa
de desempleo altísimo
que podría ser más
importante si no
emigrara tanta gente. El enfermo
ha dejado de empeorar
pero sigue
muy grave. A mi
entender se está haciendo
una exhibición
exagerada de las mejoras. Los
datos siguen siendo
muy negativos pese a
que hayan dejado de
empeorar.
Como reputado
especialista en el el mercado
inmobiliario, ¿qué
análisis efectúa de
2013?
El conjunto del año
arrojará una caída en la
venta de viviendas
con unos comportamientos
muy distintos en las
ventas a españoles
residentes (caerán un
10% aproximadamente)
y a los extranjeros
(subirá un 20%). Esa
ha sido precisamente la
principal novedad,
la creciente
presencia de compradores extranjeros,
sobre todo fondos de
inversión.
Incluso han adquirido
unas 5.000 viviendas
sociales de la
Comunidad de Madrid. Eso da
una sensación de
dinamismo al mercado.
Son operaciones que
han realizado en territorios
muy ligados al arco
mediterráneo y a
las islas. En el
resto del territorio nacional
apenas hay presencia
de extranjeros. En resumen,
en 2013 ha persistido
la caída de las
ventas y de los
precios y la novedad es la presencia
de nuevos inversores
atraídos por los
precios reducidos.
Ha citado el ejemplo
de la venta de las viviendas
sociales de la
Comunidad de Madrid.
Muchos de los
arrendatarios se ven
forzados a
abandonarlas al concluir su contrato
de alquiler y contar
con una opción
de compra muy alta a
pagar a esos fondos
de inversión que han
abonado un tercio de
la cantidad que ahora
exigen.
Entiendo que las
comunidades autónomas
quieran hacer caja en
una situación de dificultad.
Lo que no se puede
consentir es que
una promoción de
viviendas sociales se convierta
en un asalto a los
arrendatarios. Hasta
2008 se sacaban
viviendas sociales en alquiler
con opción de compra.
Lo que quieren
los fondos de
inversión es rentabilizar
su dinero al máximo y
nos encontramos con
personas con ingresos
por debajo de la media
y que tienen en
frente a un tiburón que
ansía una
rentabilidad inmediata. No es una
actuación responsable
ni justa.
¿El impacto de estos
fondos de capital extranjero
es positivo o
negativo?
Estos fondos de
inversión se nutren del mercado
inmobiliario. Compran
oficinas, naves
industriales,
viviendas... Algo animan el
mercado pero no es un
movimiento de fondo.
Una cosa es que las
familias españolas
volvieran a comprar
viviendas y se crearan
empleos y otra muy
distinta es este fenómeno
derivado de un
proceso a nivel mundial
con el dinero fresco
que inyectan el BCE, la
FED, el Banco de
Inglaterra y el Banco de Japón.
Eso se nota también
en la bolsa. Las
economías no están
tan boyantes como lo
que indican las
bolsas. Va ligado al mercado
inmobiliario. Los
fondos tienen mucha liquidez
y se lanzan a por
operaciones muy ventajosas.
Pero, insisto, eso no
significa que se
está recuperando la
demanda ni creando
empleo. Una prueba es
que está subiendo el
alquiler.
En España está poco
instaurada la cultura
del alquiler, como sí
ocurre en otros países.
¿Cree que se va
revirtiendo esa tendencia?
No creo que haya
saltos espectaculares. Han
sido muchos los años
en España con una fiscalidad
muy proclive a la
vivienda en propiedad
y eso ha echado
raíces en la mentalidad
del ciudadano. En el
franquismo hubo
un movimiento muy
fuerte en contra del alquiler
y con la democracia
la fiscalidad ha
perjudicado al
alquiler. Ahora hemos
llegado a una
situación en que ha desaparecido
la desgravación por
compra de vivienda
pero tenemos escasez
de oferta de alquiler.
No hay que olvidar
que en Europa occidental
el país con menor
porcentaje de alquiler
es España. En
Alemania hay un 40%.
Nosotros teníamos un
10%en 2007 y lo normal
es que lleguemos al
15 o 20% en los próximos
años.
La pregunta del
millón. ¿Seguirán cayendo
los precios de la
vivienda en 2014?
Dependerá de cómo
evolucione el crédito
bancario y del propio
ritmo de crecimiento de
la economía española.
Lo que sí apunta es que
la gente más joven
prefiere alquilar y de eso
se han dado cuenta
los propios inversores.
Usted fue el primer
consejero de Economía
de la Junta de
Andalucía. ¿Qué recuerda de
aquella etapa?
Recuerdo la gran
ilusión que nos impulsaba
para poner en marcha
una nueva administración.
Andalucía era una
autonomía que
padecía y sigue padeciendo
un nivel de renta
per cápita (PIB por habitante) que se
sitúa un 25% por debajo
de la media española.
En aquel momento
pensaba que la
administración autonómica
serviría para mejorar
la gestión y que sería
un factor de
dinamización de la economía.
En este aspecto creo que
no se ha estado a
la altura. Yo trabajé
para que la economía andaluza
se diversificara, que
no fuera solo ladrillo
y turismo. Las
autonomías podrían haber
dado más de lo que
han dado.
J. F. LOSILLA EIXARCH
«
No hay comentarios:
Publicar un comentario