Pedro Sánchez, claro ganador de las elecciones primarias del PSOE a la secretaria general recientemente celebradas, se presentó a las
mismas con un documento denominado “Por una nueva socialdemocracia”, en el que la
economía tiene un peso destacado. La atención prestada al mercado de trabajo,
la defensa de una política presupuestaria expansiva, la necesaria realización
de una amplia reforma fiscal, son aspectos relevantes del apartado económico de
dicho documento.
El capítulo dedicado de forma más específica
a la economía es el denominado “Los
grandes retos estratégicos sociales y económicos”. Dentro del mismo la cuestión
del empleo resulta ampliamente tratada. Junto a la apuesta por el pleno empleo
y por la necesidad de crear empleos de
calidad, con remuneración apropiada, el documento propone derogar la reforma laboral del Partido
Popular, reforma que tiene una clara incidencia en la situación económica española actual.
Se pretende preservar
la fuerza vinculante de los convenios colectivos. Se propone elevar el salario mínimo interprofesional
desde los 707,6 euros/mes (14 mensualidades) a 1.000 euros en el año 2020. El documento defiende la realización de políticas activas de empleo, llevándolas hasta el nivel
local. Se defiende la aproximación a una
“Renta Básica Universal”, arrancando del Ingreso Mínimo Vital. Por medio de un
Impuesto Negativo sobre la Renta se pretende aproximar de forma gradual a un mínimo
garantizado para cada persona, dirigiéndolo
hacia un plan efectivo de choque contra la pobreza.
.La enérgica
defensa del Estado Bienestar por el documento exige el desarrollo de políticas
económicas generales que impulsen el progreso económico. Se subraya el fracaso
de las políticas de austeridad promovidas desde la Union Europea, donde subsiste
una cierta tensión entre países
acreedores y deudores. Se destaca la
conveniencia de realizar en dicha área económica un impulso fiscal que
complemente la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo, a la que le queda un recorrido de poco más de
un año. Por cierto, no parece que el descenso que en su día se hará del
fuertemente aumentado balance de dicho banco central vaya a tener lugar de una forma abrupta.
El documento
critica la defensa que se hace de “rebajas fiscales extensivas” si se quiere
efectuar una mejora sustancial de las prestaciones sociales comprendidas en el
Estado Bienestar. De ahí que se defienda una fuerte reorientación de la
política fiscal, impulsando la realización de reformas sustanciales en algunos
impuestos.
En el Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas se trata de lograr un tratamiento más homogéneo de las rentas del
trabajo y del capital. Se habla de redefinir el Impuesto sobre el Patrimonio y
sobre la riqueza, que está siendo objeto de controversias crecientes por las profundas disparidades de
los tipos impositivos empleados en este tributo, así como en el de Sucesiones, entre
las Comunidades Autónomas. También se defiende la reforma del Impuesto sobre Sociedades,
eliminando los distintos tratamientos
especiales de que es objeto este tributo. Se pretende acabar asimismo con las amnistías fiscales.
La política expansiva que se configura en el
documento se pretende situarla dentro de
la esfera comunitaria, defendiéndose niveles de inversión más elevados que los
ahora comprendidos en el “Plan Juncker”. La mejoría que está teniendo lugar en
las tasas de crecimiento de la Unión
favorecería la realización de una política economica más ambiciosa. El
Banco Europeo de Inversiones sería una pieza básica de dicha estrategia
inversora.
El documento
mantiene una estrategia expansiva respecto de la inversión y apuesta por los cambios precisos en el modelo productivo favorables a la industrialización. Sin embargo subraya su preocupación por el nivel elevado de la deuda, tanto pública
como de empresa y de los hogares. Se
muestra hostil ante una tendencia de continuo crecimiento de la deuda, puesto
que ello “afecta a la economía global en general y a España en particular”.
Se alude, sin precisión, a la creación de un
sector de Banca Pública y otro de Banca Cooperativa y Social. Aquí se echa en
falta algo más de conexión del texto con
la situación española presente en el tema bancario, situación que se ha hecho más
complicada con la crisis del Banco Popular.
La defensa de
una política fiscal expansiva, la ubicación de la política económica dentro de
un proyecto europeísta, la atención al equilibrio presupuestario, la
realización de una amplia reforma fiscal, la abolición de la reforma laboral
del gobierno Popular, y el deseo de frenar el aumento continuado de la deuda
son algunos de los rasgos más destacados del documento. Este se sitúa, sin duda,
en un terreno de socialdemocracia
avanzada, muy oportuno tras el duro quinquenio de gobierno Popular.
Una versión de este
trabajo se publicó en la revista digital ·El Siglo de Europa” el 2 de junio de
2017.
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