Los primeros días de agosto han sido testigos
de fuertes descensos en los precios de las acciones bancarias en Europa
Occidental y en Estados Unidos. El índice bancario Euro Stoxx, descendió un
7,7% en los dos primeros días de la primera semana de dicho mes. A pesar de los
resultados favorables obtenidos en las pruebas de stress test publicados el
viernes 29 de julio pasado, se ha considerado
que dichos resultados no eliminan
la necesidad de conocer mejor la
realidad de los balances bancarios por medio de la imprescindible inspección.
El carácter “corrosivo“ de los bajos tipos de
interés sobre los resultados bancarios, la reducción creciente del negocio
bancario para los bancos, acosados por competidores de todo tipo, y las dudas
existentes sobre el sistema bancario italiano , donde destaca la elevada
morosidad existente en la mayor parte de sus bancos, en especial en el Monte dei Paschi di Siena, han sido los
factores que ha provocado las caídas
citadas en los precios de las acciones de los bancos en un amplio número de
países occidentales.
Los inversores
han revalorizado a la baja la
capacidad de los bancos de generar dividendos ante las nuevas circunstancias, destacando la
necesidad de reforzar los niveles de capital y la
dificultad de generar beneficios suficientes para realizar dicho proceso. Los bancos españoles tuvieron también notas
positivas en las pruebas citadas de la Autoridad Bancaria Europea,
Pero en el segundo trimestre de 2016 ha
destacado en España la debilidad de los resultados bancarios, afectados a la
baja por factores tales como la actualización de la cartera a Euribor, que en
el caso del de doce meses lleva situado en niveles negativos entre febrero y
julio de 2016, la eliminación de las clausulas suelo y los menores resultados
por operaciones financieras, aparte de la persistencia de tasas negativas de
variación en el conjunto de la cartera bancaria.
Sareb ha sido también noticia estos días. La
creación del banco malo, Sareb, fue una de las condiciones impuestas en
el “Memorándum de Entendimiento”
(MOU) firmado entre España y la Comisión
de la Unión Europea en julio de 2012 para abrir una línea de financiación de
100.000 millones de euros (se emplearon unos 42.000 millones) destinada a
recapitalizar y reestructurar el sistema bancario español.
Siguiendo
tales condiciones, entre diciembre de 2012 y marzo de 2013 se
transfirieron a Sareb, creada en noviembre de 2012, activos
problemáticos de nueve bancos, 36.600 millones de euros en activos
de los bancos del Grupo 1 (Bankia,
Catalunya Caixa y dos más) y 14.000 millones de los
bancos del Grupo 2 (Liberbank, BMN y otros dos más). Los traspasos se
realizaron a precios rebajados respecto de su valor bruto en libros (el
52,5%). El Frob cubrió con el préstamo de Bruselas las carencias de
recursos propios que resultaron en dichos nueve
bancos al vender activos a precios inferiores al valor contable.
Sareb
adquirió los activos problemáticos de los nueve
bancos citados emitiendo deuda. Sareb se creó con unos recursos propios
(capital y deuda subordinada) de
alrededor de 4.800 millones de euros. Con la deuda emitida compró activos a los
bancos con problemas, activos valorados en
unos 50.800 millones de euros. Dicha deuda, avalada por el Estado, se
convertiría en pública si Sareb no pudiese hacer frente al reembolso de la
misma. El Estado español era el primer
accionista (45,7% del capital) en el momento de la creación de Sareb.
Desde
que inició su actuación, Sareb se ha visto envuelta en abundantes controversias
acerca de la viabilidad de los planes de
negocio presentados. En la evolución reciente de Sareb destaca el cambio
consistente en asignar a “servicer” o agentes la administración y gestión de
los activos, y también su contribución
directa a aumentar la oferta
inmobiliaria de viviendas del segmento “prime” de viviendas.
Los resultados negativos de Sareb en 2013-15,
evolución prevista para los primeros años, (“La recapitalización del banco malo
engorda el déficit en otros 996 millones, El País, 2.8.2016), están superando los pronósticos iniciales. Se ha puesto de
manifiesto que los activos adjudicados y, sobre todo, los créditos a promotor,
se adquirieron a unos precios que implicaban
sobrevaloración. Ello sucedió a pesar
del importante descuento medio
resultante para el conjunto de activos adquiridos a los bancos más afectados
por el “pinchazo” de la burbuja inmobiliaria. El Frob fue el ente controlado
por el Estado que dirigió la operación.
Llamó la atención desde el principio de la
crisis que los precios de la vivienda apenas bajasen en la primera mitad de la
etapa de crisis. Ello llevó a algún
comentarista extranjero a señalar que el
mejor indicador de la profundidad de la crisis inmobiliaria en España no lo era
la débil caída de los precios, sino el importante alcance de los stocks
acumulados de viviendas de nueva construcción
sin vender. La creación de Sareb resultó decisiva en la evolución a la
baja de los precios de la vivienda en la
fase final de la crisis.
Una
Circular del Banco de España ha obligado a Sareb a valorar cada activo
adquirido por separado, bajo nuevos criterios contables. Como consecuencia de
esta nueva valoración, Sareb ha tenido que hacer las correspondientes
provisiones, con lo que los recursos propios de Sareb, que iban por los 4800
millones de euros, se han puesto recientemente por debajo de los 2400 millones.
El
banco malo pagó con deuda a los bancos, a cambio de los activos. Esto le obliga
a pagar intereses todos los años. Y, al parecer, el ritmo de ventas de activos
por parte de Sareb no da como para pagar
intereses, amortizar algo de la deuda en cuestión, cubrir los gastos de
mantenimiento de los activos y hacer frente a los saneamientos derivados de la
puesta en valor real de los activos comprados a los bancos en su día (allá por
2012-13) por encima de su valor. 968
millones de euros que eran deuda subordinada del Estado ha habido que convertirlos
en capital de Sareb, aumentando así el déficit público de mayo y el coste de la
reestructuración del sistema bancario. Y todo apunta que esta historia tiene
todavía mucha cuerda por delante.
Una versión de este articulo se publicó en el diario digital BEZ el 4 de agosto de 2016
[1] JRL es
Vocal del Consejo Superior de
Estadística del INE y miembro de
Economistas frente a la Crisis