27 mayo 2016

ECONOMIA ESPAÑOLA: CRECIMIENTO, DEFICIT Y ELECCIONES Julio Rodríguez López

  La economía española mantuvo en el primer trimestre de 2016 un significativo  ritmo de crecimiento de la actividad y del empleo, equivalente al de finales del pasado ejercicio. Las previsiones  más recientes apuntan a que en 2016 se mantendrá el tono expansivo de la actividad productiva. La persistencia del déficit público, que superó en 2015  las previsiones,  obligará a adoptar políticas de ajuste presupuestario, que podrán incidir de forma negativa sobre el ritmo de crecimiento.

  El PIB de la economía española registró una variación intertrimestral del 0,8% en el primer trimestre de 2016, lo que implicó un aumento del 3,4% sobre el mismo periodo del año precedente. La demanda interna de la economía volvió a ser el factor determinante de dicha aceleración, destacando el dinamismo del consumo privado, de la  inversión en capital productivo y de la construcción residencial. La aportación del resto del mundo volvió a ser negativa, pero  con menos intensidad que en los dos ejercicios anteriores. 

  El PIB del primer trimestre de 2016 todavía fue inferior en un 3% al punto más alto alcanzado por la actividad productiva al final de la etapa de expansión previa a la gran recesión. Todo apunta que dicho nivel se alcanzará en el último trimestre de 2016, con lo que se habrán  tardado ocho años en recuperar el nivel de actividad alcanzado antes de la crisis.

 El empleo EPA aumentó en casi un 0,9% en el primer trimestre de 2016, según resultados corregidos del componente estacional.  Dicha variación implicó un aumento anual de los ocupados en 574.800, un 3,3% sobre el mismo periodo de 2015. Los algo más de 18 millones de empleos del primer trimestre de 2016 están un 12,7% por debajo del nivel del segundo trimestre de 2008. Hay, pues,  2,6 millones de empleos menos que al inicio de la crisis.

  Una tasa de inflación todavía negativa y una previsión de superávit de la balanza de pagos por cuenta corriente significan que el mayor dinamismo de la economía  está teniendo lugar sin que se disparen el déficit exterior ni la inflación. La construcción residencial, al  estar aún lejos de presentar una intensidad como la anterior a la  recesión  iniciada en 2008,  favorece  un menor impulso de la demanda interior y una ausencia de desequilibrios.

  La baja calidad del empleo generado es un rasgo negativo  de la actual expansión de la economía. En el primer trimestre de 2016 el aumento del empleo temporal llevó hasta el 25% la proporción de este último dentro del empleo asalariado. La desaceleración del crecimiento de las exportaciones refleja la debilidad del comercio internacional y la dificultad de la economía española de ganar cuota de mercado a nivel internacional.

 El déficit público de España  descendió desde el 11%  del PIB en  2009 hasta el 5,1% en 2015. Este último superó ampliamente al previsto en el Programa de Estabilidad  enviado hace un año por el gobierno español a la Comisión de la Unión Europea (4,2%). El último Programa de Estabilidad de España,  actualizado en abril de 2016 para el periodo  2016-2019,  ha establecido una previsión de déficit del 2,9% para 2017.  Sin embargo,  la Comisión de la UE, en  las previsiones de primavera de 2016,  ha anticipado que el déficit público español superará de nuevo en 2017 el tope del 3%. 

  El Programa de Estabilidad 2016-2019 prevé, pues, que en 2017 el déficit sea inferior al 3% del PIB  y que al final del periodo citado se sitúe en el 1,6%. Los datos publicados anticipan un posible ajuste a la baja en los niveles medios  del gasto en  pensiones, educación y sanidad. El desajuste aparece elevado en pensiones, donde está previsto un importante aumento en el número de pensionistas. La financiación básica actual, apoyada en las cotizaciones sociales, resulta insuficiente para cubrir tal  aumento de gasto. En ausencia de acciones  correctoras  el proceso llevaría a  una importante reducción en la cuantía media de las pensiones. La cuestión remite a una imprescindible reforma fiscal.

 La Comisión de la UE ha dejado para el próximo mes de julio de 2016 la cuestión de imponer o no a España una multa por el incumplimiento prolongado del déficit. De entrada obliga a España a efectuar un ajuste (reducción del déficit) del 0,25% del PIB en 2016 y otro del 0,5% en 2017, equivalentes en conjunto a unos  8.000 millones de euros.

 La economía española ha entrado con fuerza en 2016  en la fase expansiva del ciclo económico, con empleos de baja calidad,  con un anémico aumento de la productividad y un elevado nivel de endeudamiento. Los ajustes del déficit afectarán a la baja al ritmo de crecimiento. De ahí que resulte más que necesario clarificar el contenido de la política económica a desarrollar tras las elecciones del 26 de junio, que deberá efectuar los ajustes obligados y  contribuir, además,  a  mantener  el ritmo de crecimiento  imprescindible para borrar las pesadas huellas de la gran recesión de 2008-2013.

 Una versión de este artículo se publicó en la revista semanal El  Siglo de Europa, de 30 de mayo de 2016





[1] JRL es miembro de Economistas frente a la crisis y Vocal del Consejo Superior de Estadística del INE.

16 mayo 2016

VIVIENDA: MEJORA EL MERCADO, SE COMPLICA ELACCESO. LOS NECESARIOS CAMBIOS DE POLITICA

 Los indicadores del mercado de vivienda en España  confirman la presencia de una recuperación,  que se afirma conforme avanza el ejercicio de 2016. Pero dicha recuperación trae consigo la habitual secuela de aumentos de precios de venta y de los alquileres, lo que complica el acceso a la vivienda a los hogares, en especial a los de nueva creación.  

Entre los indicadores más significativos destacan los relativos al aumento de los precios de la vivienda (6,7% crecieron  entre el primer trimestre de 2014 y el cuarto de 2015). También destacan las ventas de viviendas, que registraron   un crecimiento medio anual del 15,5%  en 2014 y 2015. En este  año las ventas superaron las 400.000 unidades, con un peso abrumador 
de la vivienda usada. Las ventas a extranjeros alcanzaron el 17,2% del total de ventas.
  El stock de viviendas de nueva construcción no vendidas  debió de situarse en 515.000 a fines de 2015, un 3,9% por debajo del  correspondiente a fines de 2014.Tras haber alcanzado las viviendas iniciadas un nivel mínimo de 35.000 en 2014, dicha magnitud creció un 42,5% en 2015 y en los dos primeros meses de 2016 lo ha hecho en un 39,2%. De este modo en 2016  podrían alcanzarse las 70.000 iniciaciones.

 Los precios de la vivienda  y los  alquileres aumentarán en torno al 4% en el ejercicio de 2016. Para un nuevo hogar  mileurista el acceso a una vivienda de 90 metros cuadrados implicaría  asignar  a  la vivienda en torno al 60% del salario. El problema de accesibilidad  se acentúa en las grandes áreas metropolitanas  de Madrid  y  Barcelona, donde los precios crecieron más de dos puntos sobre  la media nacional. En Barcelona están los alquileres más elevados de España, en torno a una media de 11 euros por metro cuadrado y mes, impulsados por los pisos turísticos

  Junto al mayor esfuerzo de acceso a la vivienda, persiste una dura realidad de desahucios de viviendas. En 2015, según el Consejo General del Poder Judicial, los lanzamientos de viviendas ascendieron en España  a 67.400. De dicho total, más de 29.000 se derivaron de procedimientos de ejecución hipotecaria y unos 35.700 correspondieron a impagos de alquileres.

   Los desahucios  han sido una de las consecuencias más negativas derivadas de la aguda recesión económica desarrollada entre 2008 y 2013. La  respuesta política a dicho problema tardó en producirse, y se está lejos de una solución definitiva. El fondo social de viviendas, el código de buenas prácticas  y la moratoria a los desahucios son paliativos al problema. Se debe de introducir en España una normativa en materia de desahucios hipotecarios que implique de verdad una “segunda oportunidad”.

   Aparte de las respuestas puntuales a la cuestión de los desahucios, se puede decir que en 2016 no hay política de vivienda en España. Los presupuestos de 2016 apenas incluyen recursos para apoyar al alquiler y a la rehabilitación, supuestos objetivos del inoperante Plan Estatal de Vivienda 2013-2016. El gobierno ha dejado por completo en manos de las autonomías la  promoción y venta de viviendas protegidas (VPO). En 2016  las calificaciones provisionales de viviendas de protección oficial no llegaron a las 6.000. Las ventas de viviendas protegidas, nuevas y de segunda mano, alcanzaron solo al 4,6% del total de ventas de viviendas en España.

Conforme más se fortalezca el mercado de vivienda, al que impulsa la política de dinero barato del Banco Central Europeo, más difícil resultará para numerosos hogares el acceso a la vivienda, y más se complicará la emancipación de los hogares jóvenes.  No cabe dejar a un número tan importante de hogares reales y potenciales a merced   del mercado en lo que al acceso a la vivienda se refiere. La política de vivienda  no solo  tiene que atender a la emergencia que plantean los todavía abundantes desahucios, sino que debe de hacer algo para atenuar el  esfuerzo  de acceso para una proporción importante de los nuevos hogares.

El alquiler es una pieza básica de la política de vivienda. Resulta necesario crear en España parques estables de vivienda social  de alquiler gestionados por los ayuntamientos. Deberían de funcionar los registros de demandantes previstos en los  planes de vivienda pasados. Dichos parques se crearían a  partir de las viviendas vacías que puedan adquirir las administraciones públicas y también a partir de la construcción de nuevas viviendas protegidas para el alquiler. En la financiación crediticia de estas últimas  tendría que desempeñar un papel significativo el ICO.

  El urbanismo local debe de reservar suelo para las viviendas protegidas de alquiler en los nuevos desarrollos., exigencia que debe de quedar clara en la normativa de suelo, un tanto trastocada en los últimos años.  Y el gobierno central debe de volver a coordinar la política de viviendas protegidas, sin dejar del todo la misma en manos de las autonomías.


Publicado en El Siglo de Europa, 16.5.2013





[1] JRL es  vocal del Consejo Superior de Estadística  y miembro de Economistas frente a la Crisis

03 mayo 2016

CREACION DE HOGARES, DEMANDA DE VIVIENDA Y EXPANSIÓN DEL ALQUILER Julio Rodríguez López

 El ritmo de creación de hogares es una variable clave en el proceso de crecimiento económico. En este sentido, la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del INE es una estadística que equivale a una actualización anual  del Censo de Población en algunas variables  demográficas relevantes. Persiste en España  el crecimiento del alquiler, tanto en precios como en la proporción de hogares que vive en viviendas bajo dicha forma de tenencia.

 Según la ECH del INE relativa a  2015, en dicho ejercicio el número de hogares en -España fue de 18.3 millones, solo un 0,24% más que en 2014. Canarias (0,84%) y Madrid  (0,74%) fueron las  autonomías que registraron los mayores aumentos relativos  el pasado ejercicio anual. En cifras absolutas, el incremento de 2015 fue de 43.100 hogares para el conjunto de España, destacando la fuerte  aportación de la Comunidad de Madrid  (18.500), Andalucía (17.200) y Canarias (6.800).

 Si la comparación se realiza a 1 de enero de 2015, la última variación anual fue de 75.500 hogares, por debajo de la previsión de 100.624 hogares realizada por el propio INE en 2014. En todo caso, el ritmo de aumento del número de hogares no resulta suficientemente acusado como para mantener un crecimiento significativo de la demanda de vivienda como bien de consumo duradero (vivienda para uso, no para inversión). El mayor aumento del número de hogares en Madrid resulta coherente con la acusada expansión observada en dicha autonomía en 2014-15 en cuanto a ventas de viviendas, precios  y en el número de viviendas iniciadas, por encima del conjunto de España.

  La ECH de 2015 ha confirmado el empuje del alquiler como forma de tenencia de la vivienda entre los hogares en España. En dicho ejercicio, el número de hogares residente en viviendas de alquiler en España se elevó a 3,2 millones, un 5,2% más que en el ejercicio precedente, mientras que el conjunto de hogares residente en viviendas en propiedad descendió  en un -0,7%. La proporción de hogares residentes en alquiler ascendió al 17,5%, cuatro puntos más que en el último Censo de Viviendas de España, de 2011.

  La autonomía con mayor proporción de viviendas de alquiler en 2015 fue la de Baleares, con un 26,2%, seguida por Madrid (23,4%) y Cataluña (23,3%). Las autonomías con menor presencia del alquiler fueron las de Extremadura  (11,3%) y Galicia (11,2%).  Se advierte que el alquiler pesa más en las zonas turísticas y también en las aglomeraciones mayores de población, lo que confiere un carácter acusadamente  urbano a dicha forma de  tenencia.

 Los hogares residentes en  viviendas en propiedad en 2015  se aproximaron a los nueve millones, un 77,3% del total, punto y medio por debajo de la proporción observada en el Censo de Viviendas de 2011. El 28,3% del total de hogares, correspondiente a 5,2 millones, tiene pagos hipotecarios pendientes. Este componente de los hogares ha retrocedido en casi 300.000 desde 2013, lo que implica un ritmo de formalización de hipotecas para compra de vivienda muy inferior en los últimos años respecto de los  destacados incrementos anuales de la etapa de desarrollo de la burbuja inmobiliaria (1997-2007).

  Según Fotocasa, en marzo de 2016 el precio medio de la vivienda de alquiler en España fue de 7,24 euros/m2-mes, un 4% más que en el mismo mes de 2015. Lo anterior implica que el alquiler medio mensual  de una  vivienda de 90 metros cuadrados en España  fue de 652 euros. Dicho  precio ascendió a 917 euros/mes en Cataluña, la autonomía con los precios más elevados,  y  a  401 euros/mes en Extremadura, la de precios  más reducidos.

 La mayor demanda de alquiler, visible en el aumento de los precios,  se deriva de las dificultades para acceder a una vivienda en propiedad que tienen los nuevos hogares, a pesar de las caídas sufridas por  los precios de venta y de los descensos de los tipos de interés de los préstamos a comprador.

 Se aprecia un cambio de mentalidad ante el  alquiler por parte de los nuevos hogares, que parecen tener menos reservas ante dicha forma de tenencia. Influye la equiparación que se ha establecido en materia fiscal entre la propiedad  y el alquiler en los últimos años para las nuevas operaciones. La discriminación fiscal  en favor de la propiedad fue decisiva para que España llegase a ser el país con menor presencia del alquiler en Europa Occidental.

Se conoce mal la realidad del mercado de alquiler en España. Como se ha comentado, la ECH del INE permite conocer cada año la proporción de hogares que vive de alquiler. Las estadísticas de los “portales” Idealista y Fotocasa permiten aproximarse a los precios de oferta del alquiler. Pero no hay estadísticas sobre  contratos de alquiler (superficie de la vivienda alquilada, plazo del alquiler, avales constituidos, seguros suscritos, precios establecidos en los contratos), excluida la autonomía de Cataluña. Dicha  carencia debería eliminarse para conocer mejor las características de dicho mercado de alquileres, pieza relevante del conjunto del mercado de vivienda.  

Una versión de este articulo se publicó en la revista semanal "El siglo de Europa" de 2.5.2016.





[1] JRL es Vocal del Consejo Superior  de Estadística y miembro de Economistas frente a la Crisis