13 marzo 2011

ECONOMIA Y MERCADO DE VIVENDA. GRANADA 2011

Julio Rodriguez  López

   En 2010 la economía de la provincia de Granada sufrió los vaivenes del conjunto de la economía española. La actividad productiva (PIB) retrocedió ligeramente,   descendió de nuevo  el empleo, se aceleró el aumento de los precios de consumo  y fueron menores los desequilibrios correspondientes al déficit publico y al déficit exterior. En el pasado año se agudizó la crisis de la deuda, agravada por el esfuerzo publico preciso para  reducir las consecuencias de la recesión. 
  En 2010 se puso en cuestión todo el equilibrio de la eurozona, ante la fuerte especulación desencadenada sobre la deuda de algunos países miembros de dicha área económica.  Todavía está pendiente de resolver  la cuestión de la superación del mayor endeudamiento, privado y público,  de los países “periféricos” (Grecia, Portugal, Irlanda y España). La elevación de los tipos de interés prevista para 2011 y los mayores  precios de la energía no van a ayudar a reforzar la necesaria recuperación de la economía española.  
  Dicha  economía debe de reforzar su  nivel general de  competitividad, diversificando el tejido productivo y reduciendo la fuerte apelación al endeudamiento que caracterizó su evolución en los últimos años. En este contexto general, la economía de  la provincia de Granada adolece de un menor nivel relativo de empleo  respecto de la media de España y de un mayor peso en su estructura de actividades de baja productividad, como es el caso de  la construcción y de  los servicios de no mercado (administraciones públicas). Si España necesita aumentar su competitividad, dicha necesidad resulta  más acuciante en la provincia granadina, que cuenta con una buena dotación de recursos naturales, y que debe de optimizar con racionalidad el aprovechamiento de sus claras posibilidades turísticas.  
 En 2010 el descenso del empleo  fue menos intenso en la provincia granadina (-0,8%) que en la economía  española (-1,3%), según la Encuesta de Población Activa. En el caso de los afiliados a la Seguridad Social en alta, mientras que en España tuvo lugar un descenso de dicha magnitud del -0,9%, en la provincia granadina, por el contrario, aumentó ligeramente el total de afiliados, que se situó en 310.100  al final de dicho ejercicio anual. Los indicadores de empleo derivados de la Encuesta citada del INE y de la afiliación a la Seguridad Social señalan la realidad de un total de ocupados en esta provincia algo superior a los 300.000, cifra que se ha mantenido estabilizada en el pasado año.
   Los indicadores de turismo de la provincia granadina, viajeros alojados y pernoctaciones, registraron aumentos del 4,1% y 3,4%, respectivamente, en 2010 sobre el año anterior. El número de plazas hoteleras ascendió  a 28.969 a fin de 2010, un 1% sobre el nivel del año precedente. El nivel de ocupación fue  del 54,6%, por encima de los ejercicios anteriores.
  En cuanto al mercado de vivienda, en 2010 descendieron en Granada las compraventas registradas en un 8,3%, asi como también cayeron las transacciones inmobiliarias intervenidas por los notarios (-7,9%). Destacó el intenso descenso de las ventas de viviendas nuevas (-30,2%), frente a la recuperación de las ventas de viviendas usadas (26,1%). Dicho comportamiento contrastó con la recuperación de las ventas experimentada en el conjunto de España. El total anual de ventas en 2010 fue de 10.122 en la provincia granadina, de las que el 54,2% fueron viviendas usadas y el resto, el 45,8%, fueron viviendas de nueva construcción.
 El descenso de los precios de la vivienda en Granada durante 2010  fue del -1,5%, inferior al registrado en el conjunto de España en el mismo ejercicio (-3,5%).  Entre el nivel más elevado de precios  y el más reducido, los precios de la vivienda han disminuido en Granada en un 12,5%. Dicho  descenso fue menos acusado que el del conjunto de España (-13,5%). El nivel medio de precios en el cuarto trimestre de 2010 fue de 1331,8 euros por metro cuadrado, mientras que en la capital dicho precio medio ascendió a 1938,2 euros/m2.
  Como sucedió en el conjunto nacional, en  la provincia granadina el ajuste del mercado de vivienda se ha concentrado, tras el inicio de la crisis, en la nueva oferta, que ha descendido de forma espectacular. En 2010 se iniciaron en Granada menos de 1.700 viviendas, un 32,3% por debajo de 2009. Si se tiene en cuenta que en 2006 se alcanzaron las 24.200 viviendas iniciadas se entiende el enorme hueco abierto en la construcción residencial en esta provincia.  Dicha  evolución ha afectado sobre todo a los rincones de la provincia en los que mayor fue el desplazamiento desde  actividades productivas alternativas hacia la edificación de nuevas viviendas, como es el caso de la Costa. El total de viviendas terminadas y no vendidas puede superar las 25.000, lo que equivale al 5% del parque de viviendas de la provincia, próximo a las 540.000 viviendas familiares. 
   El aumento de  las ventas de viviendas  en 2010 se debió a  las ventajas fiscales que conllevó la compra de una vivienda en dicho ejercicio. Desde el 1º de julio de 2010 el tipo impositivo del IVA sobre el precio de ventas de una vivienda de nueva construcción pasó desde el  7% al 8%, y también subió en la misma proporción el tipo correspondiente al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, que afecta a las viviendas de segunda mano. Desde el 1º de enero de 2011 se ha eliminado la desgravación en el Impuesto sobre la Renta de las personas físicas por compra de vivienda a los contribuyentes con ingresos anuales superiores a los 24.100 euros. Los estímulos de 2010 no funcionarán en el presente ejercicio.
  En 2011 resultará decisiva para  el mercado de vivienda la actuación de las entidades de crédito, bancos y cajas de ahorros.   En primer lugar, destaca  la  importante cuota de viviendas terminadas y no vendidas que tienen  en sus balances dichas entidades En este caso importa la política de ventas de dichas entidades, sobre todo en materia de precios de venta. En segundo lugar,  está por ver la incidencia que el reforzamiento de la solvencia de bancos y de cajas,  que pretende el gobierno,  puede tener  sobre  el flujo de nuevas operaciones de crédito. Además, el alquiler comienza a pesar mas en las decisiones de los nuevos hogares, a la vista de la mayor oferta existente y de los niveles más atractivos de los alquileres.
   2011 es, asimismo, año de elecciones municipales. Las nuevas corporaciones locales se enfrentarán a unas complicadas situaciones presupuestarias, y deberán prestar el máximo de atención a  los niveles de endeudamiento y a las posibilidades reales de actuar antes de acometer nuevas iniciativas. El necesario rigor con el que deberán de actuar los gobiernos locales no resulta coherente con el deseo de creación de nuevas entidades locales que aparece con frecuencia. La tendencia general debería de ser más bien a  concentrar ayuntamientos para reducir los costes de dichas administraciones públicas.
  La provincia de Granada necesita avanzar en cuanto a la dotación de las infraestructuras pendientes. El panorama económico no se ha despejado todavía, y ya han transcurrido tres años y medio desde el inicio de la crisis.  Todo apunta a que la actividad  ha tocado fondo y que hasta puede mejorar ligeramente. El exceso de mano de obra existente, visible en el amplio desempleo,  es un serio problema que debería de tratar de paliarse por parte de todas las administraciones públicas, huyendo del recurso fácil de atribuir al gobierno del Estado la culpa de todos los problemas económicos. Asimismo, la política económica general deberá clarificar más los objetivos perseguidos y huir de los cambios frecuentes de orientación. Buenas expectativas y amplios riesgos estan presentes por igual en el panorama económico de 2011.
(Ideal, 13.3.2011)