Según
el FMI, el PIB de la economía mundial mantendrá en 2013 un ritmo de crecimiento
del 3,1%, similar al del año precedente. Se estabilizará a nivel de 2012 el
ritmo de crecimiento de los países emergentes, que han rebajado el perfil
expansivo que venían manteniendo desde
hace algún tiempo.
Las
economías avanzadas persistirán en 2013 en un bajo ritmo de crecimiento (1,2%),
consecuencia de las políticas de ajuste fiscal de control del déficit público y de la deuda. El acuerdo de la Reserva Federal de
Estados Unidos (Fed) de 18 de septiembre de mantener la política monetaria
expansiva, centrada en la compra de
activos financieros en poder de las entidades de crédito, ha supuesto un
respiro momentáneo a los mercados de capitales.
El
elevado desempleo en Estados Unidos (6,5%)
fue relevante para que la Fed adoptase la medida en cuestión. El PIB de dicho país crecerá en el entorno
del 2% en 2013. El descenso previsto del PIB de la Eurozona en 2013 (-0,3%) se debe al efecto-arrastre de 2012. En
el primer semestre de este año la economía de dicha área ha crecido
ligeramente, lo que se puede prolongar en la segunda parte de 2013. Dicha recuperación
de la Eurozona en 2013 se ha apoyado
algo en la demanda interna y, sobre todo, en la aportación del resto del mundo.
El carácter acomodaticio de la política monetaria desarrollada por el Banco
Central Europeo y la política fiscal
menos restrictiva frenaron la caída de la demanda interna en 2013.
La previsión de variación del PIB de la
economía española en 2013 es de un retroceso del -1,3 (-1,6% en 2012). La información disponible apunta a que dicha
magnitud puede registrar una variación ligeramente positiva en el segundo semestre
del año, en línea con el resto de la Eurozona.
El PIB de España descendió en los dos primeros
trimestres de 2013. La intensidad de
las caídas de la actividad trimestral ha
ido reduciéndose de forma gradual. Dicha magnitud ha disminuido durante ocho
trimestres consecutivos, por lo que se
situó en el segundo trimestre de 2013 un -7,5% por debajo del nivel del primer trimestre de 2008, al inicio de la
crisis. Asimismo, el PIB está un 16,6% por debajo del nivel que se hubiese
alcanzado de mantener dicha economía una tendencia de crecimiento moderado del 2% anual.
El menor retroceso del PIB de 2013 se ha
conseguido por la aportación al
crecimiento del sector exterior en 2,1 puntos porcentuales, ayudado por el
comportamiento menos negativo de la demanda interior. El negativo comportamiento interanual de la
demanda interna (-3,4% es la variación prevista para 2013) ha estado acompañado
de un persistente descenso del crédito de las entidades financieras, el -13% en
julio de 2013 respecto de 2012. El aumento de la tasa de morosidad de dichos
créditos no se ha interrumpido,
aproximándose al 12% en junio de
2013.
La
debilidad de las importaciones y la pujanza de las exportaciones en la economía española han eliminado el déficit
exterior en 2013. Detrás de la fuerza de las exportaciones puede estar la
necesidad imperiosa de exportar por parte de bastantes empresas españolas ante la débil demanda
interna. En 2013 no aumentará,
pues, el endeudamiento global de la economía española frente al resto del
mundo.
El déficit de las administraciones públicas
superará en 2013 la previsión del 6,3%
del PIB establecida en el Programa de
Estabilidad de abril de 2013. La deuda
pública avanza rápidamente por el 92% del PIB, por encima de la previsión del 91,3%
establecida para fin de año. El test de la economía española será la evolución
del empleo. Las reducciones del paro se deben al descenso de la población
activa. Entre el 2º trimestre de 2008 y el mismo periodo de 2013 el empleo ha
descendido en España en 3,7 millones de puestos
de trabajo. En el primer semestre de 2013 el empleo volvió a bajar, y solo ha
empezado a remontar en algunas ramas de los servicios.
Con unos elevados niveles de deuda privada y pública, con un crédito que
sigue retrocediendo, con un nivel de empleo que no ha dejado de disminuir, con
un mercado de vivienda tomado por los inversores y alejado de los hogares
jóvenes, la recuperación de la actividad
productiva será algo similar a la situación de control del fuego de un incendio que ha dejado
atrás una sierra arrasada.
Los
daños del incendio, véase crisis, serian en la economía española los empleos
perdidos, las miles de empresas desaparecidas, el empobrecimiento de numerosos
hogares, el millón de viviendas nuevas sin vender, la desaparición de las cajas
de ahorros, los miles de hogares desahuciados de sus viviendas, los 31.500
millones de créditos morosos a hogares a 30 de junio de 2013, que
anuncian mas ejecuciones. Unas décimas positivas de variación del PIB en los próximos trimestres implicarán que la
actividad dejó de caer. Pero una recuperación tan débil puede prolongar un largo periodo de tiempo la situación de
crisis.
Publicado en El Siglo, 30.9.2013