En el análisis de la morosidad de los bancos españoles
los créditos a los hogares para la compra de vivienda han supuesto hasta ahora
un alivio dentro del conjunto de la cartera de préstamos. Frente a unas tasas
de morosidad espectaculares en los créditos destinados a la promoción y
construcción de viviendas, la morosidad de los correspondientes a la compra y
rehabilitación de vivienda se ha
mantenido en unos niveles sustancialmente inferiores a la media. Sin embargo,
la elevada cifra absoluta de créditos morosos que esconde la baja tasa citada y
el importante aumento en los dos últimos años obliga a prestar atención a la evolución de dichos préstamos.
A 31 de diciembre de 2007, según las estadísticas del Banco de España, el saldo vivo de los préstamos morosos para la
compra y la rehabilitación de viviendas ascendía a 4.495 millones de euros,
equivalentes al 0,72% del saldo total de dicho tipo de préstamos, hipotecarios
en su gran mayoría. Por la misma fecha, la tasa de morosidad del conjunto de
los préstamos bancarios en España era del 0,92%. Cinco años y un trimestre
después de dicha fecha, a 31 de marzo de 2013,
la tasa total de morosidad del conjunto de la cartera de créditos al
sector privado de la economía se elevaba al 10,87%, correspondiente a una cifra
absoluta de 167.087 millones de euros. En esta misma fecha la tasa de morosidad
de los préstamos a comprador de vivienda se había situado en el 4,16%.
Entre 2007 y 2013 se disparó la morosidad en los préstamos a promotor inmobiliario y a
constructor de viviendas. A pesar de las elevadas ventas de activos
problemáticos (suelo, promociones en
curso y promociones de viviendas terminadas) realizadas al “banco malo”, Sareb,
a fines de 2012 y primer trimestre de 2013, todavía la tasa de morosidad de los
créditos mayoristas citados se situaba a fines de marzo de 2013 en torno al 29%.
Parece evidente que un volumen significativo de los créditos a
promotor-constructor han sido objeto de abundantes renovaciones. Así, durante
bastante tiempo tales créditos aparecieron como “normales” en los balances bancarios
y fue tras los “decretos Guindos” de 2012 cuando los balances bancarios se
aproximaron de forma abrupta a la realidad de las carteras de crédito de los
bancos españoles.
Al obligar el Memorándum (Mou) firmado por España con el Eurogrupo en 2012 a vender los activos bancarios problemáticos a Sareb a precios de mercado, se
materializaron de golpe buena parte de
las pérdidas de dichas carteras bancarias. En ese momento apareció de forma más
nítida el descenso sufrido por los precios de las viviendas en España tras la
crisis. Así, según el índice de precios de viviendas del INE, apoyado en los
valores y superficies declarados en las escrituras de compraventa formalizadas
ante notario, el descenso acumulado de
tales precios entre el tercer trimestre
de 2007 y el primer trimestre de 2012 superó
el 36 %.
En 2012 el problema de las ejecuciones
hipotecarias de préstamos a comprador de vivienda alcanzó una clara notoriedad.
Desde los bancos se subrayó que la tasa de morosidad de este último tipo de préstamos
era reducida. Pero en marzo de 2013 el
saldo vivo de dichos créditos
morosos alcanzó los 26.032 millones de euros. Aunque la tasa de
morosidad de los préstamos en cuestión está muy por debajo de la media general,
resulta, pues, preocupante tanto el nivel absoluto alcanzado
como el aumento de dicha cifra absoluta, superior al 30% anual.
Los préstamos a comprador de vivienda concedidos en los últimos años encierran otro problema. Dichos préstamos se están
formalizando en su mayor parte a
interés variable, referenciados con el euribor a doce meses. El diferencial aplicado a
dichos préstamos sobre el euribor se ha aproximado al 3%, con lo que en caso de subir los tipos
de interés, como puede suceder tras la
actual tormenta de los mercados monetarios, podrían producirse elevaciones
sustanciales en los tipos de interés a
pagar por los compradores. Dicha evolución afectaría al alza a la cifra absoluta de morosidad citada.
Pero el principal motor del ascenso de la morosidad en la importante cartera de
créditos bancarios a comprador es la
situación del mercado de trabajo. La
pérdida de empleos ha continuado siendo muy elevada en 2013. La cuestión de las
pensiones ha aparecido cuando se ha acentuado la caída de los afiliados a la
seguridad social, cuyas cotizaciones financian
en la práctica las pensiones en España.
Como
señalan en su libro”La torre de la arrogancia”
(Ariel, 2012) Xose Carlos Arias y Antón Costa, el desempleo masivo tiene
naturaleza de riesgo sistémico, resultando un mal no solo para quien lo sufre
sino para la economía en su conjunto. La pérdida de empleos está detrás de
la peligrosa evolución de la morosidad
en el segmento hasta ahora más protegido de la cartera de créditos bancarios. Ello afecta no solo a los morosos,
sino al conjunto de los bancos y a toda la economía.