29 septiembre 2014

EL CONTEXTO ECONÓMICO INTERNACIONAL SE ENDURECE PARA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA Julio Rodríguez López


  La desaceleración de la economía mundial ha afectado de forma negativa en 2014  a las exportaciones de la eurozona. Dicha área económica registró un crecimiento cero en el segundo trimestre de 2014. Tales circunstancias no van a permitir que la economía española acelere  el ritmo actual de crecimiento para lograr reducciones trascendentes del elevado desempleo todavía dominante. 
  
   El Fondo Monetario Internacional (FMI, 2014) revisó a la baja al inicio del verano de 2014 las primeras previsiones sobre el crecimiento de la economía mundial en este ejercicio  (3,4% es la última previsión) y del comercio mundial  (4%). Dicha revisión  fue consecuencia,  sobre todo, del  retroceso de la economía  de Estados Unidos  al inicio del año y de la desaceleración de la expansión de las economías emergentes.

La economía mundial presenta en 2014 abundantes riesgos de reducción de la tasa de crecimiento, entre los que destacan los de  carácter geopolítico (Ucrania, las sanciones a Rusia y Oriente Medio) y la posible elevación de los tipos de interés a largo en Estados Unidos, donde se va revisar el carácter hasta ahora expansivo de la política monetaria. El FMI  considera asimismo que ha descendido a nivel mundial la predisposición a asumir riesgos, lo que supone una revisión al alza de las primas de riesgos exigidas ante cualquier tipo de inversión.

  El menor crecimiento de las economías citadas  ha frenado las exportaciones del resto del mundo y ha reducido el crecimiento mundial. En la Eurozona, tras cuatro trimestres de crecimiento positivo del PIB, en el segundo trimestre de 2014  el PIB permaneció estabilizado, lo que modifica las previsiones iniciales. En esta evolución de la Eurozona también influyó el comportamiento menos dinámico de la demanda interna de la economía. Dicha área económica viene manteniendo desde el inicio de la crisis un ritmo medio de crecimiento  inferior al de Estados Unidos, lo que continuará en 2014 -2015. Los indicadores del tercer trimestre de 2014  señalan que la situación de estancamiento se ha mantenido en dicho periodo.

  El presidente del BCE (“Draghi dice que la Eurozona está en punto muerto y prepara más medidas”, El País Digital, 22.9.2014) ha indicado que las exigencias para salir de la crisis descasan en el desarrollo de estímulos monetarios y fiscales, en el fortalecimiento de la más que decaída inversión pública,  y también en la realización de las reformas pendientes en numerosos países de la Eurozona.

  Se hace cada vez más necesario el refuerzo de la demanda  en la eurozona a corto plazo. No ayuda a  superar dicha situación el  que la política económica  priorice  la reducción de los déficits al propio crecimiento. Ello impone un perfil deflacionista a dicha  política y hace imposible lograr reducciones significativas de los déficits públicos y del aumento de la deuda soberana.El programa de compra de activos por parte del BCE debe de permitir ganar tiempo para que las tasas de inflación vuelvan a la normalidad, ahuyentando así el riesgo de deflación y para lograr que  se recupere la economía de la Eurozona, a la vez que pueden implantarse algunas de las  reformas previstas. El aumento del endeudamiento hace necesario lograr aumentos del PIB nominal superiores a los de la deuda.

 Las últimas previsiones apuntan hacia un crecimiento del PIB de la economía española  del 1,3% en 2014, el mayor registrado   en los siete años transcurridos desde el inicio de la crisis. El aumento citado del PIB  va a  estar acompañado de una variación positiva del empleo, que aumentará en este ejercicio  en torno al 0,7%, lo que supone  un crecimiento medio de unos 119.000 empleos adicionales.

En la evolución de la economía española en 2014 ha cambiado el comportamiento de los componentes de la demanda. Entre 2008 y 2013 fue continuo el notable descenso de la demanda interna, mientras que el resto del mundo contribuyó a que fuese inferior la caída del PIB, gracias al buen comportamiento de las exportaciones .En 2014  ha destacado la expansión de la demanda interna, apoyada en el consumo y en la inversión en bienes de equipo, pero el resto del mundo  no va a contribuir  al crecimiento, a la vista de la fuerte recuperación de las  importaciones.

  La desaceleración de las exportaciones de la economía española en 2014 se deriva del menor aumento del comercio exterior y del estancamiento de la Eurozona. La evolución del comercio exterior de España  revela que la recuperación de la demanda interna  provoca aumentos equivalentes o mayores  de las importaciones. Sería  deseable que una mayor proporción de la demanda agregada de la economía española  (demanda interior y exportaciones) se cubriese con producción interior, todo ello en un contexto general de  creciente globalización. Mientras tanto, turismo y mercado de vivienda aparecen ahora como los elementos más dinámicos, lo que supone repetir el modelo de crecimiento.


 Este articulo se publicó en la revista semanal El Siglo de 29.9.2014