20 mayo 2012


EL CALOR DE MAYO TRAE NUEVAS REFORMAS

Julio Rodriguez López

( 20 Mayo 2012)

   Los resultados electorales del 7 de mayo en Francia y en Grecia confirmaron que las crisis económicas resultan difíciles de superar por los gobiernos en ejercicio.  En poco tiempo numerosos jefes de gobierno en la Eurozona han perdido elecciones o han sido apartados del poder sustituidos por tecnócratas.  A las dificultades de la crisis iniciada en 2007 se unen unas expectativas negativas tanto sobre la Eurozona como sobre  algunos países miembros. La salida de Grecia de dicha area económica  se presenta ya como algo probable. Por otra parte, en España,  la toma por parte del gobierno de una mayoría accionarial de control en Bankia, entidad sucesora de Caja Madrid, ha supuesto una nueva complicación a la salida de la crisis.
   Los resultados electorales de Grecia del pasado 7 de mayo revelaron el malestar de una mayoría de  votantes respecto de la política de ajustes impuesta a dicho país para reducir el fuerte endeudamiento público. Ante la impaciencia de los organismos internacionales, los griegos no parecen dispuestos a que se prolongue la situación de los últimos años, caracterizada por la presencia de todos los elementos que acompañan a una fuerte depresión, como son el retroceso de la actividad productiva, el  fuerte aumento del desempleo y el  sustancial ajuste a la baja de  las prestaciones sociales (educación, sanidad, pensiones).
 La quiebra de la economía griega puede ser aplazada o inmediata, según si  dicho país continúe o no en el euro, respectivamente (W. Munchau, “Default now or default later, that is the question”, FT, 14.5.2012). Junto al agravamiento de la situación de Grecia  por el resultado electoral citado, el ganador de las elecciones presidenciales francesas, François Hollande, ha subrayado su pretensión de aportar  a Europa una dimensión de crecimiento y de prosperidad. El margen de maniobra del nuevo presidente francés es limitado. Desde su elección se ha puesto de nuevo en cuestión la dura política de austeridad seguida en la eurozona,  especialmente en los países más afectados por la crisis de la deuda, como son  los casos de Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España.
 Las previsiones de primavera de la Comisión de la Unión Europea (European Commission, “European Economist Forecast, Spring 2012) han subrayado el ajuste que está en marcha en la economía española,  tras el abrupto cambio de situación  sufrido por el subsector inmobiliario y por el resto de la construcción. El apartado relativo a España de dicha publicación  subraya la profunda debilidad de la demanda interna, acentuada por la reducción del gasto público, por la persistente restricción crediticia y por la reducción del empleo.
  Un  aspecto positivo señalado en el citado informe de la Comisión de la UE es el relativo a las exportaciones españolas. Se considera que la reducción de los costes salariales unitarios y la favorable diversificación regional  han mejorado  la cuota de mercado. El conjunto de las exportaciones de bienes y servicios ha crecido en España desde el   26,9% del PIB en 2007 hasta el 30,1% en 2011, destacando la mejoría correspondiente a las exportaciones de mercancías.   Pero el dinamismo de las exportaciones no compensa el retroceso de la demanda interna. Según el informe en cuestión, España registrará un descenso del PIB del -1,8% en 2012 y otro del -0,3% en 2013.
  Las previsiones de la UE para España son más negativas que las del gobierno. Además,  la Comisión de la UE advierte contra riesgos adicionales, como el acentuamiento de la crisis de deuda pública, unos  precios de la energía superiores  a los previstos y un mayor deterioro de los resultados bancarios. La situación de los bancos y el comportamiento presupuestario de las comunidades autónomas son los puntos más débiles de España ante los organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional,  Comisión de la UE y  Banco Central Europeo).
Tales inquietudes explican la aprobación  en Consejo de  Ministros del 11 de mayo de un nuevo Real Decreto Ley, el 18/2012, sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sistema financiero. Las mayores provisiones sobre los activos inmobiliarios en situación “normal”, la segregación obligatoria de los activos problemáticos , la valoración independiente  de  determinados activos de los balances bancarios  y la disponibilidad de fondos públicos para apoyar las reformas son los aspectos más destacados de la nueva reforma del sistema financiero.
 La clarificación de la situación del sistema financiero español es precisa para que se recupere el flujo crediticio hacia la economía española. Está por ver si la previsión inicial de aportación de nuevos recursos públicos al saneamiento bancario va ser o no suficiente. La pesada nube de aire africano que ha elevado las temperaturas en mayo no impide concluir que  lo urgente está en resolver de una vez el problema financiero en cuestión, aunque ello implique pedir ayudas adicionales en el exterior,