En
el mercado de vivienda de España en 2013 ha dominado una pauta general
caracterizada por el descenso de precios, por la nueva caída de las ventas
totales y por retrocesos del ya reducido número de viviendas iniciadas.
Sin embargo, en dicho contexto se ha reforzado la presencia
de las ventas a extranjeros, han caído más las hipotecas que las ventas y
han retornado los inversores a la búsqueda de colocación del ahorro.
Los
descensos de los precios de las viviendas han persistido en 2013, pero se
han hecho más moderados desde el segundo trimestre de este ejercicio. Según los
datos de los registradores, los precios de la vivienda han acumulado seis
trimestres consecutivos con descensos interanuales de dos dígitos, “el
periodo de ajuste de precios más intenso de los últimos 20 años” (Colegio de
Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles de España, 2º
trimestre de 2013).
De
acuerdo con las estimaciones de Tinsa, el descenso acumulado de los
precios de la vivienda desde el inicio de la crisis se ha aproximado al 39%,
mientras que la caída de los alquileres fue del 30,3%, según Fotocasa. Se
advierten las huellas de los “Decretos Guindos” de 2012 y de las compras de
Sareb a los bancos del Frob a precios radicalmente rebajados a fines del pasado
año.
En las
estadísticas de los notarios destaca la caída de las ventas de viviendas
en torno al 12% en los siete primeros meses del año respecto de
2012. Mientras que las ventas a españoles descendieron en un 16%,
las efectuadas por extranjeros aumentaron en casi un 19%. Las viviendas
compradas por extranjeros se han situado en torno al 17% del total de las
ventas, previéndose superen las 52.000 en 2013. Las proporciones alcanzadas por
dichas ventas sobre el total han sido más altas en las zonas turísticas y
también donde había un amplio excedente de viviendas de nueva
construcción no vendidas.
En las
autonomías de Baleares, Canarias y Valencia las ventas a extranjeros han
oscilado entre el 35 y el 39% del total, destacando asimismo el nivel elevado
de las provincias andaluzas de Málaga y Almería. La presencia en dichas ventas
de Fondos de Inversión Extranjeros se ha dejado sentir, reforzados por la
inundación de liquidez que a nivel mundial han supuesto las políticas de
expansión de la base monetaria de los bancos centrales de Estados Unidos y
Japón.
Las
compras de dichos adquirentes no requieren precisamente de préstamos
hipotecarios de los bancos españoles. Los inversores hispanos han acudido
asimismo al señuelo de los descensos de precios de la costa mediterránea. De
este modo, la presencia de inversores españoles y extranjeros ha dado lugar a
que, por segundo año consecutivo, el número de hipotecas
registradas en 2013 se haya situado muy por debajo de las compraventas (60% en
el primer semestre de 2013).
Las
viviendas iniciadas volvieron a bajar sobre 2012 en el primer semestre,
destacando que solo aumentaron en la autonomía de Murcia, así como en las
provincias de Alicante, Almería y Málaga. Ello indica que, por esos
parajes, el discurso de cambio de modelo productivo no parece haber
calado demasiado..
Julio Rodríguez López es miembro de Economistas Frente a la Crisis voto: