10 septiembre 2010

Europa, a dos velocidades

Julio Rodríguez López

La Comisión Europea comunicó a mediados de agosto que el crecimiento intertrimestral de la economía de la eurozona fue del 1% en el segundo trimestre de 2010, mientras que el crecimiento interanual ascendió al 1,7% en el mismo trimestre. Los ritmos mayores de crecimiento intertrimestral fueron los de Alemania (2,2%), Holanda y Austria (0,9%), mientras que los más reducidos correspondieron a Grecia (-1,5%), España y Portugal (0,2%).

Se ha puesto de manifiesto que cuando la Eurozona estaba atravesando los momentos más difíciles desde su creación, en mayo y junio de 2010, con motivo de la crisis de la deuda de algunos países integrantes, se estaban produciendo en dicha área económica los mayores ritmos de crecimiento desde su creación. Se ha advertido asimismo la realidad de ”dos velocidades” en la eurozona, correspondiendo el mayor empuje a los países del núcleo inicial de la Comunidad Económica europea, excluida Italia, mientras que el menor dinamismo es el de los países periféricos del sur, a los que se añadiría Irlanda, destacando la peor posición de Grecia.

La devaluación del euro registrada en los momentos peores de la crisis de la deuda ayudó a que toda la Eurozona creciese más en el segundo trimestre de 2010. En dicho trimestre un amplio grupo de países integrantes pusieron en marcha importantes ajustes fiscales, que tendrán una influencia negativa sobre el crecimiento en el tercer trimestre del año.

La Eurozona creció en el segundo trimestre a un ritmo superior al de Estados Unidos (0,6%), influida de forma decisiva por el fuerte empuje de Alemania, que registró la tasa de crecimiento intertrimestral mas elevada desde la reunificación de dicho país. La expansión de las exportaciones alemanas se realizó hacia el resto de la Eurozona, así como al resto del mundo, donde las ventas de maquinaria alemana siguen teniendo buen mercado, en especial entre los países emergentes asiáticos.

La economía española creció a un ritmo intertrimestral del 0,2% en el segundo trimestre de 2010, mientras que la tasa interanual siguió siendo negativa (-0,2%). El consumo de los hogares se mostró más dinámico, aunque alguno de los factores estimulantes dejará de actuar en los trimestres siguientes, como es el caso del adelanto de las compras de automóviles ante la subida del IVA desde el primer día de julio.

Las medidas de ajuste fiscal introducidas por el gobierno en 2010, sobre todo las correspondientes al Real Decreto –Ley 8/2010, tendrán una influencia negativa de casi un punto porcentual del PIB en 2010. Destacan las del recorte de los salarios de funcionarios y de la inversión pública. En algunos puntos de España el anuncio de tales recortes está dejándose sentir en forma de despidos de los empleados en la construcción de algunas obras civiles, lo que no ayudará precisamente a estimular la demanda interna.

El anuncio de que el gobierno podría moderar el recorte en las inversiones públicas provocó nuevos aumentos en el diferencial de la deuda española respecto de la alemana. La agencia Bloomberg comentó que Cataluña, que supone el 20% del PIB de España, no ha podido captar recursos en los mercados de deuda desde marzo de 2010, y que el diferencial que paga por su emisiones ha llegado a triplicar al del gobierno de España en este año.

Las exportaciones han tenido en España un comportamiento positivo en los dos primeros trimestres de 2010. Pero la mayor tensión de la demanda interna empujó de forma destacada a las importaciones. Parece que no hará falta que la economía española crezca mucho para que el déficit exterior se dispare de nuevo. El crecimiento económico español en el futuro dependerá de forma sustancial de la capacidad de competir de su economía, tanto dentro como fuera de España.

La construcción debe de volver a crecer para aportar un “suelo” a la economía española. La licitación pública supone casi un tercio de la construcción no residencial en España. Los ajustes anti-déficit de dicha variable frenarán el crecimiento del componente de obra civil. La construcción residencial no ofrece indicios de recuperación de la oferta, a la vista del 30% de retroceso de los visados de obra nueva en los cinco primeros meses del año.

El que Alemania haya registrado una importante tasa de crecimiento en el segundo trimestre no deja de ser una buena noticia, por su potencial incidencia positiva sobre las estancadas economías de los países periféricos de la Eurozona. En España será imprescindible combinar el rigor con el apoyo a la dinamización de la economía. Será asimismo preciso despejar la pesada duda que se ha instalado en los mercados de deuda acerca de si el gobierno de España podrá hacer frente a los compromisos fiscales asumidos con las 17 autonomías. La debilidad de estas últimas a la hora de endeudarse es más que patente, así como también se está complicando la situación en unos ayuntamientos que en bastantes aspectos parecen haber vivido en otra galaxia.

(El Siglo, 6 de septiembre de 2010)