08 octubre 2015

ESPAÑA, UNA RECUPERACION CON DUDAS Julio Rodríguez López

 El Fondo Monetario Internacional ha previsto que el crecimiento de las economías avanzadas se acelerará desde  el 1,8% de 2014 hasta el 2,1% en 2015. Dentro de dicha evolución, el crecimiento de Estados Unidos seria del 2,5% (2,4% en2014) y en la Eurozona  solo alcanzaría en 2015  el 1,4%, significativamente más entonado que el  modesto 0,9% de 2014. La economía española aceleró el ritmo de crecimiento en el primer semestre de 2015, pero existen serias dudas sobre la continuidad de dicha evolución en 2016.

    El verano de 2015  estuvo marcado por la crisis de China, donde las bolsas registraron primero descensos importantes y después se devaluó de forma significativa su moneda. En todo caso,  la crisis china, cuyo alcance no se conoce del todo,  está afectando de forma importante a las economías emergentes, así como a Japón.

    El FMI considera que  la prevista recuperación global del crecimiento económico aún no ha tenido lugar en 2015. Según dicho organismo, la elevación del producto potencial y real  a través de una combinación de soporte de la demanda y de reformas estructurales tiene debe ser la prioridad de la política económica.   Existen todo tipo de desconfianzas acerca de la evolución futura de la economía china.

La  Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo los tipos de interés en la reunión de septiembre de 2015 en el nivel del 0/0,25%, a la vista del panorama preocupante de los países emergentes. Una  vez asegurado el buen comportamiento de la economía estadounidense, la Reserva Federal  pretende poner  fin a la política de bajos tipos de interés  vigente desde 2008, evolución que podría producirse a partir de diciembre de 2015.

 Dentro de la Unión Europea, en la Eurozona  se prevé que persista la recuperación económica, aunque a un ritmo inferior al previsto en la primera parte de 2015. Las previsiones apuntan hacia un crecimiento del 1,4% en 2015 y del 1,7% en 2016.
El crecimiento del PIB real de la Eurozona superará  al  potencial (1%), lo que  puede reducir el amplio gap negativo de los últimos años existente  entre el PIB real y potencial (BCE, 2015). En general, se considera que lo más relevante del impacto derivado de la política de “alivio cuantitativo” desarrollada por el BCE  ha  surtido ya casi todos sus efectos de impulso de la demanda (W. Munchau, “Money-making  scheme must  be made of stronger stuff”, FT, 13.9.2015).

 La economía española  ha  acelerado  la recuperación a lo  largo de la primera mitad de 2015. El crecimiento intertrimestral desestacionalizado fue del 0,9% y 1,0%, respectivamente, en los trimestres primero y segundo del año, apoyado sobre todo en la expansión de la  demanda interna. El mayor crecimiento alcanzado no implica se hayan superado las serias consecuencias negativas de la pasada recesión. En el segundo trimestre de 2015 el PIB  trimestral todavía estaba un 4% por debajo del  máximo nivel alcanzado en la  fase previa de expansión. 

  El número de ocupados de la EPA, 17,9 millones en el segundo trimestre de 2015, era inferior en un 13,5% al del segundo trimestre de 2008, equivalente a 2,8 millones de empleos menos que en el punto más elevado del pasado ciclo. La variación del empleo en 2015, según la EPA, fue de un aumento  del 3% en el primer semestre de 2015 respecto del mismo periodo de 2014. El incremento interanual de los ocupados fue de 514.000 entre el segundo trimestre de 2015 y el mismo periodo de 2014. Por ramas de actividad, correspondió a la construcción el  mayor aumento relativo, el 12,1%, seguido por la industria, el 6,3%. El incremento de las horas trabajadas, según la EPA, ha sido  más modesto que el del número de ocupados.

  El peso de las exportaciones en el PIB ha pasado desde el 25,5% de 2010 hasta el 32,3 % del primer semestre de 2015. Esta evolución de la economía española implica una positiva mayor apertura al resto del mundo. La variación interanual de los precios de consumo fue del –0,3% en agosto de 2015 sobre el año anterior (-1% en  2014). La previsión de déficit de las administraciones públicas en 2015 es del -4,4% del PIB (-5,5% en 2014), siendo la previsión de deuda  pública del 100,1% a fines de 2015.

 La previsión de crecimiento de España  es del 3,2% para 2015, mientras que se espera una desaceleración en 2016 hasta el 2,8% (el FMI ha previsto unos crecimientos del 3,1% y del 2,5%, para 2015 y 2016, respectivamente). También sería menor la variación del empleo (2,7% frente al 3% en 2015).

Las previsiones de la economía española en 2016 son, pues,  menos expansivas que  las de 2015. Algunos de los factores que actuaron como “viento de cola” en 2014-15 no mantendrán el mismo vigor en el próximo año. La crisis de Volkswagen, iniciada en el otoño de 2015, no favorecerá  la recuperación de la Eurozona  y de España.  La persistente crisis catalana  no dejará de tener una influencia negativa sobre la evolución de la economía española, en tanto subsistan dudas importantes sobre la solución final a dicho conflicto.


Una versión este artículo se publicó en la revista semanal  El Siglo de Europa de 5.10.2015






[1] JRL es Vocal del Consejo Superior de Estadística y miembro de Economistas frete a la Crisis

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