En una entrevista en el diario El País del
domingo 3 de mayo de 2015, el Ministro de Economía y Competitividad, Luis de
Guindos, declaró que en España ya ha
tenido lugar el final de los ajustes,. Tales ajustes habrían tenido lugar en el sector bancario,
en el terreno presupuestario, en el mercado inmobiliario y también en el
mercado de trabajo. La salida de la crisis se conseguirá manteniendo esas
variables “en unos parámetros de normalidad, evitando excesos, y continuar con
reformas y ajustes”.
Para el ministro, si el PIB de la economía española crece a un
ritmo nominal del 4% cada año, todo
resultará más sencillo. En principio, es de destacar que dicho crecimiento nominal citado todavía no se ha
conseguido. Así, según la reciente
previsión de primavera de la Comisión
Europea sobre España, el PIB nominal va
a crecer en 2015 en un 3% y en 2016 en
un 3,4%, tasas que quedan por debajo del escenario de normalización del ministro.
La argumentación del Ministro de Economía parece implicar, además, que el crecimiento real del PIB va a seguir acelerándose de forma indefinida en el
tiempo que viene por delante. Pero en las recientes previsiones de la economía española, tanto el
Fondo Monetario Internacional como la Comisión Europea, anticipan desaceleraciones del crecimiento
español en 2016 respecto del año anterior.
Por otra parte, la recuperación de la economía
española, en línea con el cambio cíclico de Europa Occidental y de buena parte del resto del mundo, no implica
necesariamente que los cuatro ajustes
mencionados por el ministro hayan terminado. Parece evidente que en todos los
casos mencionados todavía queda mucho
por hacer.
En primer lugar, en el sector bancario
mejoraron las cuentas de resultados en
2014. Sin embargo, ello fue consecuencia
de unos descensos más que notables en las provisiones para insolvencias y en
las pérdidas por deterioro en los activos financieros. El margen de intereses
creció solo un 1,1% en 2014 y el margen
bruto retrocedió, llegándose al final a unos beneficios contables
que equivalen solo al 0,44% de los activos totales medios.
El contexto actual de bajos tipos de interés,
que se va a prolongar, no permite
grandes alegrías. Los bajos márgenes no soportarían nuevos aumentos de
la morosidad. El ajuste bancario no ha
acabado de producirse, y los problemas
de Sareb siguen ahí, agrandados cada día
que pasa.
En segundo
lugar, según el ministro Guindos, “el ajuste presupuestario se ha producido”. En el Programa de
Estabilidad 2014-2017 remitido recientemente a Bruselas por el gobierno la deuda pública bruta alcanzó el nivel del 99,5% del PIB en 2014,
por encima del 96,2% previsto hace un año. En 2016 deberá reducirse el déficit
público al 2,8% del PIB, frente al 4,2% previsto para 2015. Esto exigirá una disminución
del déficit de 2016 en unos 15.000 millones adicionales sobre la previsión para
el presente año, ajuste que no resultará fácil de conseguir.
El
inmobiliario es el tercero de los ajustes citados por el ministro. La realidad
del mercado de vivienda es que los precios parecen haber tocado fondo y que hay un volumen importante de compras
efectuadas con fines especulativos por fondos de inversión. Además, los bajos
tipos de interés animan a comprar a numerosos inversores individuales.
Persiste
un volumen elevado de viviendas nuevas sin vender, y es alto el ritmo de
desahucios por hipotecas pendientes y por impago de alquileres. Los nuevos
empleos son incapaces de generar ahorro
para acceder a la vivienda en propiedad. El alquiler es con frecuencia la única salida para dichos hogares, pero los
niveles de los alquileres no son asumibles en los casos de hogares de nueva
creación. No se sabe muy bien que
significa el comentario de que el fin del ajuste llegó a dicho mercado.
El cuarto y último ajuste citado por el ministro
es el laboral. En este caso se ha dejado de destruir empleos y el número de ocupados crece a un ritmo
anual del 3% según la Encuesta de
Población Activa del INE del primer trimestre de 2015. Pero el aumento efectivo del empleo es menor, pues el
número total de horas trabajadas solo
creció en un 1,7% en el primer trimestre de 2015.
El menor incremento de las horas trabajadas fue
consecuencia de la mayor presencia del trabajo a tiempo parcial. La jornada media de trabajo retrocedió en un 1,7%
en el mismo periodo de tiempo. En todo caso, con una tasa de desempleo del 23,8% de los activos, como sucedió en el primer trimestre de 2015, se está lejos de un ajuste en el mercado de
trabajo.
Ni los bancos tienen el camino despejado, ni
el déficit público se ha ajustado a las
previsiones del Programa de Estabilidad, ni es fácil acceder a una vivienda en
España, donde hay un amplio excedente de
pisos sin vender. Por último, en el mercado de trabajo sigue habiendo un fuerte
exceso de oferta de mano de obra. A pesar del optimismo de Luis de Guindos, que
pareció inspirarse en Fukuyama en su declaración a El País, se está lejos del
final de la historia en la economía española.
Una
versión de este artículo se publicó en la
revista semanal “El Siglo de Europa” de 11 de mayo de 2015
[1] JRL es
miembro de Economistas frente a la
crisis y
Vocal del Consejo Superior de Estadística del INE
1 comentario:
Hola
como estas ?? si tiene problemas para liquidar sus deudas y hacer un proyecto de la pobreza póngase en contacto con:
mickaelduboquet@gmail.com
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